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EL PODER DE LAS EMOCIONES SOBRE EL CUERPO
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EL DOLOR QUE NO SE VE.
No sé si moriré antes desangrada por mis heridas abiertas o ahogada por mis lágrimas.Las dos cosas las provoca mi alma. Estoy cansada. Cansada de sufrir ,de despertarme y acostarme llorando .Estoy cansada de mi, de no hallarme en mi. De la decepción, de la angustia, de la injusticia…Estoy cansada de no vivir. Me paso el día apartando los monstruos de mi cabeza, intentando convencerles de que yo solo quiero ser feliz.
Les pido que me devuelvan mi capacidad de disfrutar.
Les ruego que me permitan reconocerme en el espejo.
Hecho de menos vestirme de mí. Los monstruos se quedaron con mi maquillaje, mis mejores vestidos y solo me dejaron un puñado de huesos y un horrible espejo que refleja mi interior y me atormenta.Mis monstruos llegan cada día y me susurran al oído para que no escuche a mi cuerpo, qué tiembla y tiene frío en pleno julio.
Ellos me recuerdan que esta vida no es mía, me recuerdan que están aquí por mis heridas abiertas,por lo que había olvidado. Y me hacen recordar a esa niña que olvidé, la que sufría, la que callaba y nunca dejé salir.A si que, voy a seguir charlando con ella cada día, con la adolescente que le siguió y la adulta en la que se convirtió, porque ellas trajeron los monstruos y solo con ellas se Irán.
Seguiré limpiando las heridas cada día, aunque sangren…Aunque se mezclen con mis lágrimas.