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ESTA GUERRA PIDE PAZ

Yo no sé cómo funciona esto, no se por que no puedo comer, ni por que ese sentimiento es más fuerte que yo. Porque más que un pensamiento es un sentimiento. Tampoco se de donde nace.La confusión es muy grande y frustrante. Ya no se cuando tengo hambre supongo que es cuando siento que tengo un agujero en la boca del estómago que irradia calambres hacia las extremidades.cuando Me siento débil y me cuesta concentrarme, la barbilla me tiembla y no hago más que bostezar.

Estoy cansada de luchar, me siento triste y confusa, en mi interior se libra una guerra que yo no he comenzado. La hora de comer es una tortura, y cuando tienes hijos y coméis en familia es muy difícil evadir ese momento. Sin contar lo triste que es ser consciente de lo que me está pasando y de como busco estrategias. No se como recuperar la relación tan maravillosa que tenía con la comida, esa parte de mi que disfrutaba con cada plato, con cada bocado. A veces querría gritar, la desesperación es tan grande que no se como sacarla de mi interior.

Hecho de menos tener una vida. Una vida donde no tenga que luchar conmigo misma para comer,una vida donde la comida no sea sinónimo de culpabilidad, un sentimiento de culpabilidad que me consume.Una vida sin pastillas para evitar la ansiedad antes de comer.
Parece ser que tengo suerte porque he reconozco mi trastorno alimenticio y lo identifico (en realidad a ratos y según el día) porque pido ayuda y porque me esfuerzo en curarme.
Pero lo que nadie sabe, es el sufrimiento que conlleva ser consciente de todo esto, y no ser capaz de tomar las riendas de tu vida.Es un sufrimiento que no se puede explicar al igual que no puedo explicar por qué me aterra comer, a veces ni si quiera yo lo entiendo.

A si que, voy a seguir con mis tratamientos en la unidad de TCA del Hospital Gregorio Marañon, psiquiatra, enfermera, y mi maravillosa psicóloga con la que tengo sesiones todas las semanas. Ella abrió esa puerta cerrada, ayudándome a sacar todo el dolor, soledad, frustración,todo aquello que me enferma, seguimos trabajando en ello. Y aunque aún no he dibujado «la puerta violeta de rozalén», y Aunque se, que queda mucho camino….Esta guerra pide paz y seguiré luchando.

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